Sobre Nosotros

Desde 1940

Los inicios de un local con historia

La historia de este local comienza en el año 1940 en Manzanares el Real. Su fundador, Máximo García Collado, empezó con este negocio familiar poniendo rumbo hacia Navalcarnero desde donde traía los pellejos de vino que después vendía en su casa, a la que puso de nombre La Taurina.

La primera taberna

Se encontraba en un edificio antiguo situado en la plaza del pueblo, construido en el año 1840, en piedra, barro y paja. Las paredes estaban cubiertas de cal y contaba con unas pequeñas ventanas y un balcón que daban a la plaza.

Durante las fiestas patronales del pueblo, que tenían lugar en el mes de septiembre, se celebraban en la plaza las corridas taurinas. De ahí viene el nombre La Taurina.

Empieza así en 1948 la historia de este negocio familiar, cuando Máximo y su esposa María, con mucho tesón, esfuerzo e ilusión, comenzaron vendiendo vino a granel, pan, harina, sardinas, boquerones, calamares…


Corrida de toros en la plaza frente a La Taurina

Desfile de cuadrillas en la plaza frente a La Taurina

Entrada de La Taurina


La ampliación del negocio

En 1966 se amplió la taberna. Se construyó un nuevo bar al lado, llamado coloquialmente bar estrecho por las proporciones que este tenía.

Este nuevo bar se comunicaba con la taberna antigua, que se empezó a utilizar como salón. Contaba además con un patio interior, donde una higuera y una parra daban sombra a una terraza formada por no más de diez mesas plegables. El suelo era la propia tierra regada todas las tardes de verano para dar sensación de frescor. En este bar se vendían bocadillos de chorizo, morcilla, lomo, raciones de langostinos, berberechos, mejillones y pescado.

En el segundo piso de este edificio nacieron Máximo y Antonio, que ya desde muy jóvenes colaboraban vendiendo en un poyete de piedra chicles, pipas en cucurucho, caramelos y golosinas.

Este establecimiento duró unos diez años, hasta 1977. En ese año el edificio fue derribado y se construyó uno nuevo que aún perdura hoy en día.


La construcción del edificio nuevo

Este edificio construido en 1977 cuenta con una fachada de ladrillo, zócalo de piedra y balcones de madera.

Con el paso de los años Máximo delegó en sus hijos para continuar con el sueño que un día inició. Largas jornadas de trabajo, días sin dormir, sin vacaciones, pero siempre con la satisfacción de ver los frutos del esfuerzo y el resultado del trabajo bien hecho.

Durante el periodo de 25 años que duró este bar, la especialidad eran los canapés de cangrejo, bonito y boquerón. Además, se habilitó un restaurante en la segunda y la tercera planta del edificio, donde se servían chuletones, cochinillo, cordero, sopa castellana, y se celebraban acontecimientos de todo tipo, como bodas, bautizos o comuniones.


Edificio nuevo en construcción

Interior de la planta baja del edificio donde se encontraba el bar


En la actualidad

En el año 2002 se construyó el bar que está funcionando a día de hoy, más pequeño y acogedor que el anterior, con una decoración mucho más exquisita y cuidada.

Este cuenta con una entrada en madera de nogal con bonitos tallados, y en su interior con suelos de cerámica, vidrieras de colores y lámparas de hierro forjado a mano. La esencia de la primera taberna queda reflejada en los azulejos pintados con escenas de corridas goyescas, con los toreros fundadores de la tauromaquia y en las fotografías antiguas que completan la decoración.

En la actualidad seguimos sirviendo comida tradicional, canapés, tapas y raciones, todo casero y elaborado con productos de máxima calidad y escrupulosa limpieza.


Interior del bar

Terraza